y la máquina de escribir no aplaude"
Orson Welles (1915-1985)
A lo largo de la historia se ha hablado mucho de la famosa, desafiante e intimidante página en blanco, que también es la tela en blanco del pintor, o la masa informe y el espacio vacío del escultor y de manera similar "es" los demás medios del arte en expectante estado virginal. Sin embargo no solo el "antes" de la obra está sembrado de ansiedades o sensaciones adversas, también el "después", aunque por causas venidas de afuera, tiene lo suyo para el artista que la gestó. La frase de Orson Welles es más que elocuente respecto a lo que a veces le aguarda al artista después del parto creativo. Y claro, sus palabras también hablan de la dependencia, no siempre reconocida ni ante los demás ni ante sí mismos, que los artistas tienen de la reacción del público y del miedo al fracaso.